Aladino y la lámpara maravillosa - Análisis del cuento

Aladino y la lámpara maravillosa
Cuento | Análisis | Películas

Aladino (corrupción del nombre árabe علاء الدين 'Alā 'ad-Dīn, literalmente ‘nobleza o gloria de la fe’) es una de las historias de origen sirio de Las mil y una noches, de las más famosas en la cultura occidental.

Significado

El tema de un tramposo burlado por otro tramposo de condición más modesta es muy frecuente en las fábulas.

Una interpretación jungiana de la historia de Aladino la consideraría un ejemplo clásico de historia de pobreza a riqueza. Este tipo de historia presenta tres partes: desde unos comienzos bajos, el protagonista logra un primer éxito en la vida, atraviesa luego una crisis importante en la que parece haberlo perdido todo, y finalmente triunfa sobre la adversidad logrando un éxito más estable y duradero. Este éxito definitivo sólo es posible gracias a que el héroe ha obtenido cierto grado de madurez interior tras la experiencia de la crisis.

El primer éxito de Aladino llegó fácilmente y no estuvo basado en sus propios esfuerzos, sino en el genio que le ayudó. Su desesperación al perder el palacio y la princesa a manos del mago malvado, le lleva a un lugar espiritual al que necesitaba llegar antes de poder desarrollar la auténtica fuerza y entereza haciendo que sus propios esfuerzos triunfen. La entereza que termina alcanzando está simbolizada por el restablecimiento de la relación con la princesa. Bajo este punto de vista, una de las razones del interés duradero de la historia de Aladino es nuestro a menudo inconsciente reconocimiento de la importancia de su significado subyacente: reconocemos nuestro propio esfuerzo por crecer y desarrollar el viaje de Aladino.

Origen

No se ha localizado fuente árabe medieval alguna para esta historia, que fue incorporada a Las mil y una noches por su traductor francés, Antoine Galland, quien la oyó de un cuentista sirio de Alepo. El diario de Gallard (25 de marzo de 1709) registra que se encontró con un investigador maronita llamado Youhenna Diab («Hanna»), quien había sido llevado desde Alepo a París por Paul Lucas, un célebre viajero francés. El diario de Gallard también cuenta que su traducción de Aladino fue realizada en el invierno de 1709 a 1710. Fue incluida en sus volúmenes IX y X de Las mil y una noches, publicados en 1710.

John Payne da en Alaeddin and the Enchanted Lamp and Other Stories (Londres 1901) detalles del encuentro de Galland con el hombre llamado «Hanna» y del descubrimiento de la Bibliothèque Nationale de París de dos manuscritos árabes conteniendo Aladino y dos más de las historias «interpoladas». Uno es una embrollada versión siria de finales del siglo XVIII. La más interesante, en un manuscrito que perteneció al investigador Armand-Pierre Caussin de Perceval; es una copia de un manuscrito hecha en Bagdad en 1703. Fue adquirido por la Bibliothèque Nationale a finales del siglo XIX.

En el Reino Unido la historia de Aladino es un tema popular para las pantomimas. La pantomima tradicional de Aladino (a diferencia de muchas adaptaciones de la historia) es la fuente del conocido personaje de pantomima de la viuda Twankey.

Adviértase que aunque se considera un cuento árabe debido a su fuente, o porque fue incluido en Las mil y una noches, los personajes de la historia no son árabes ni persas, sino más bien del Lejano Oriente. El cuento, como otros de Las mil y una noches, se sitúa en China, lo cual es probablemente sólo una licencia literaria para situarlo en un lugar lejano, ya que por lo demás la acción transcurre en un escenario totalmente islámico donde la mayoría de la gente es musulmana. Hay una comunidad judía, tratado por los demás con prejuicios, y no se menciona a budistas ni confucionistas. Todo el mundo lleva en este país del Lejano Oriente nombres árabes y su rey parece ser más un gobernante árabe que un emperador chino real. El país de la historia era un lugar lejano mítico, definitivamente oriental.

Para un narrador desconocedor de la existencia de América, la tierra de Aladino representaría «el Extremo Oriente», mientras el país natal del mago, Marruecos, representaba «el Extremo Occidente». Magreb significa ‘poniente’ en árabe, y el nombre tradicional de Marruecos en esta lengua es Al-Magreb al-Aqsà, que significa ‘el extremo poniente’. En el imaginario árabe oriental, el Magreb, tanto por su situación en el otro extremo del mundo conocido como por ser el lugar donde se ponía el sol (y por tanto estar relacionado con la noche y las sombras), era un territorio propicio para ser el lugar de procedencia de seres misteriosos como los magos.

Al comienzo de la historia, el esfuerzo del mago por hacer un viaje tan largo, el más largo concebible en la percepción del mundo del narrador (y sus oyentes), subraya su determinación para lograr la lámpara y por tanto el enorme valor de ésta. En posteriores episodios, la transición instantánea del este al oeste y vuelta, realizada sin esfuerzo por los genios, hace su poder increíblemente maravilloso.

Cine y literatura

Adam Oehlenschläger escribió su drama Aladdin en 1805. Carl Nielsen escribió música incidental para esta obra.

La historia ha sido adaptada en películas animadas en varias ocasiones, incluyendo Aladino y su lámpara maravillosa, un corto de Popeye de 1939. Posiblemente la versión más reconocida sea la versión de Disney Aladdín (1992).

En 1960 Bollywood produjo Aladino y Simbad, muy vagamente basado en el original, en el que ambos héroes se encontraban y compartían sus respectivas aventuras. En esta versión, el genio de la lámpara era femenino y Aladino se casaba con ella en lugar de con la princesa (para lo cual se convertía en mortal).

Una de las muchas reelaboraciones de la historia aparece en A Book of Wizards y A Choice of Magic, de Ruth Manning-Sanders.


Título: Aladino y la lámpara maravillosa
Autor: Anónimo

Sinopsis:

Aladino es un joven humilde que vive con su madre viuda. Un ambicioso mago, que busca la forma de apoderarse de una legendaria lámpara mágica, persuade a Aladino para que le ayude a conseguirla. Pero será Aladino quien se quede con ella, consiguiendo por medio de su poder adquirir la riqueza suficiente para poder casarse con la hija del sultán, de la que estaba enamorado. Sin embargo, el mago no se resistió a perder la lámpara, y bajo una treta, la recuperó. Aladino lo hubiera perdido todo si no fuera por la ayuda del genio del anillo.

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